En un escenario de retracción del consumo, y congelamiento de tarifas, la inflación de julio se ubicó en 2,2%, con lo cual acumuló en los primeros siete meses 15,6%, y un crecimiento interanual de 43,4%, según estimó el Centro de Estudios Económicos Orlando Ferreres.
De confirmarse esa previsión de la consultora, la inflación de julio sería igual a la cifra oficial que arrojó junio; el INDEC informará los datos el próximo 13 de agosto.
De acuerdo al sondeo de Ferreres, el sector Indumentaria encabezó los principales aumentos de precios de julio, con un alza de 7,7% mensual impulsada por la temporada de ropa invernal.
Le siguió el rubro Esparcimiento con un incremento de 5,9 % mensual, Equipamiento y funcionamiento del hogar con un ascenso de 3,3%, y Vivienda con una suba de 1,5%.
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En el caso de Alimentos y bebidas, el sondeo arrojó un encarecimiento de 1,3%, y la consultora destacó que “se aceleró levemente en relación a la dinámica observada durante el mes anterior”.
En relación a la inflación núcleo, el relevamiento reflejó un alza en julio de 3,1% y en términos anuales evidenció un repunte de 45,1%.
“En cuanto a los bienes y servicios regulados, éstos registraron una variación nula a lo largo del período, mientras que los estacionales arrojaron una suba del 1,7% mensual”, puntualizó el informe.
En ACM también proyectaron para julio una inflación de entre 2,3%y 2,5%. Juan Pablo Di Iorio, economista de esa consultora, señaló que la suba del 2% a 4,5% autorizada en julio por el gobierno para los productos de Precios Máximos “aportaría entre 0,8 y 0,9% al índice”.
Para los meses restantes, los analistas vislumbran una aceleración mayor, producto del levantamiento del aislamiento, y de otros factores estructurales.
Estamos más cerca del 2001 que del 2002
“Las razones para esperar la aceleración inflacionaria en la segunda mitad del año siguen siendo las mismas: desequilibrios en el mercado cambiario, desbalanceos monetarios, atraso de precios regulados y expectativas desancladas. Hay varias señales que nos llevan a pensar que el tipo de cambio oficial deberá acelerar su ritmo de ajuste en los próximos meses, lo que echaría leña al fuego de la inflación. La principal señal de alarma al tipo de cambio viene por el lado de la dinámica de reserva”, evaluó un análisis de Consultatio Plus.
MF